Hay correos electrónicos que pueden infectar y secuestrar tu PC.
Otros intentan robar información confidencial a través del engaño. Y
unos cuantos intentan usar tu buzón para multiplicarse y dañar otros
ordenadores.
Y es que
la tentación de abrir cualquier correo es
muy alta, especialmente si parece misterioso o importante. Asociamos el
correo a personas de confianza, a mensajes urgentes que no suelen ir a
través de otros canales menos “serios”.
Para
evitar infecciones dañinas y de consecuencias
desastrosas para tu bolsillo, conviene que resistas el impulso de abrir
todo lo que entre en tu buzón de correo.
Sigue los consejos que enumero a continuación.
1. ¡Si no has solicitado nada, no hagas clic!
Es una regla de oro: si no has solicitado nada a una
persona o una empresa, esta no tiene por qué enviarte instrucciones de
ningún tipo, ni mucho menos archivos adjuntos. ¿Por qué debería hacerlo?
Empresas e instituciones usan el correo solo para informar, a menos
que tú pidas algo, como una nueva clave, o hayas iniciado una gestión
que contempla el envío de un correo de confirmación o una copia de
alguna transacción
Cuando te llega un mensaje y no consigas reconducirlo a una
conversación previa con la persona o empresa indicada en el correo,
empieza a desconfiar. Hazte estas preguntas:
- ¿Qué tengo que ver yo con este mensaje?
- ¿Por qué me han enviado este correo ahora?
- ¿Tiene razón de ser lo que me están pidiendo?
Si no consigues contestar esas preguntas,
no hagas clic en
ningún enlace ni archivo adjunto del correo en cuestión, al menos no
hasta haber recabado más información sobre el mismo. Lo que nos lleva a
los siguientes puntos.
2. ¿Texto sospechoso? Búscalo en Google
Los mails con estafas o malware
suelen tener siempre el mismo texto,
a veces con ligeras variaciones. Sus características son fáciles de
reconocer, sobre todo si las comparas con las comunicaciones de una
empresa real:
- Frases incomprensibles y palabras extranjeras, debidas al uso de un traductor automático: muchos hackers operan desde países donde la ley no puede actuar
- Errores ortográficos e incoherencias en el texto,
como si fuera un corta-y-pega apresurado: la mayoría de criminales
informáticos tienen prisa y saben generalmente poco de diseño y
ortografía
- Imágenes mal encajadas o en baja resolución: han intentado darle una pátina de oficialidad a su correo, pero han tenido que recurrir a imágenes de segunda mano
- Falta de referencias a tu persona: no se usan tus
nombres y apellidos ni otros datos que solo una empresa puede conocer,
lo que hace que los mensajes tengan un aspecto de plantilla sin rellenar
- Sentido de urgencia: los textos son casi siempre
alarmistas y apelan a la emoción más visceral de todas, el miedo. Se
hace mención a consecuencias temibles, asuntos de dinero o posibles
multas
Copia y pega las frases más extrañas en un buscador y mira bien los
resultados: podrás comprobar de primera mano si estás ante un correo
legítimo o un posible intento de estafa.
3. ¿Hay un archivo adjunto? Ni se te ocurra hacer doble-clic
Per se, el texto de un correo nunca es peligroso (a menos
que se trate de un chiste muy malo). El auténtico peligro se esconde
tras los enlaces y los
archivos adjuntos. Estos últimos son los responsables de casi todas las infecciones por correo.
Fíjate en la extensión del archivo adjunto. Las que deben ponerte en alerta roja son:
- Las extensiones ejecutables clásicas: EXE, COM, BAT, PIF
- Los documentos que pueden contener código: PDF, DOC, XLS, PPT
- Archivos de sistema ejecutables: DLL, CPL, MSC, CMD
- Instaladores y archivos comprimidos: MSI, ZIP, CAB, RAR
- Salvapantallas: SCR (¡son programas también!)
- Archivos con doble extensión (por ejemplo, ARCHIVO.DOC.EXE)
Los navegadores más seguros y las aplicaciones de correo más
avanzadas suelen efectuar controles por ti -un ejemplo es Gmail-, pero
nunca está de más pasar el archivo por un antivirus actualizado.
4. ¿Hay enlaces? Analízalos antes de hacer clic sobre ellos
Otro método que los ciber-criminales usan para atraer a los incautos hacia las trampas son los
enlaces falsos o enmascarados. Si estás ante un enlace en apariencia legítimo, pasa el puntero del ratón por encima para ver cuál es la dirección real:
La dirección real se ve al pasar el puntero del ratón (imagen cortesía de Microsoft)
Los
enlaces acortados
son otra amenaza en potencia, puesto que impiden saber de antemano
hacia dónde conducen. Normalmente, las empresas o instituciones no
recurren a este tipo de enlaces en sus comunicaciones por correo
electrónico.
Para
desenmascarar un enlace acortado, puedes usar servicios como
UnShorten, que además de desentrañar el enlace cifrado, te indica la reputación del enlace usando los datos de
WOT, un conocido servicio de evaluación de sitios web.
[Avanzado] Si eres un usuario avanzado, puedes
"diseccionar" el encabezado del mail
para ver cuál es su auténtico origen, pero ten en cuenta que este
método, amén de complejo, no siempre conduce a respuestas concluyentes.
5. No contestes nunca ni tampoco lo reenvíes
Contestar un correo sospechoso proporciona datos valiosos al
cibercriminal. Para empezar, le dice que tu dirección de correo es real y
que estás a la escucha, lo que aumenta en varios puntos su valoración
en el mercado negro de direcciones.
No contestes nunca un mail sospechoso
No le contestes, pues, pero tampoco lo reenvíes, puesto que vas a
hacerle un favor a esos mismos piratas que te enviaron el correo al
principio. Acabarías por generar una
cadena de correo perniciosa.
6. En caso de duda, contacta a través de otro medio
¿Sigues
dudando acerca de la veracidad del correo que acabas de recibir? Ponle
un freno a tus impulsos clicadores y piensa en otras formas de contactar
a la persona o empresa que se hallan supuestamente detrás del mensaje.
- Si es una persona, llámala, ábrele un chat o envíale un SMS (pero no le envíes un correo)
- Si es una empresa, ve a su página web y contacta a través de su formulario oficial (o llámales)
Por supuesto, si se trata de un mail enviado por un conocido, no lo
agredas: lo más probable es que no sepa de qué le estás hablando. Es
posible que su buzón o dirección hayan sido suplantados o secuestrados
para
enviar correo fraudulento.
7. Usa un navegador seguro y lee tu correo a través del web
Los clientes de correo clásicos, como
Outlook Express, son muy vulnerables ante todo tipo de ataques por correo. La única línea de defensa ante mensajes maliciosos que llegan a
Outlook o
Thunderbird es un
buen antivirus con protección residente.
¿Nuestro consejo? Usar un cliente web (GMail, Hotmail, Yahoo! Mail, etc) en un navegador seguro (
Chrome o
Firefox).
Un virus detectado por Gmail, que impide bajarlo (imagen de AskDaveTaylor)
Lo primero asegura que el contenido del correo haya sido escaneado
por los sistemas de seguridad usados por los proveedores de correo,
mientras que lo segundo dificulta que el malware pueda llegar a tu
ordenador.
¿Cuáles son tus trucos para reconocer correos sospechosos?
#FeRRy
Fuente >
http://articulos.softonic.com/reconocer-correo-peligroso?utm_source=facebook&utm_medium=social&utm_campaign=fb-correosospechoso