Windows 8 llega para revolucionar el mercado

«Windows 8 ya está a disposición de los usuarios», este era el anunció al que se procedía en sendos eventos celebrados de forma casi simultánea en Madrid y Nueva York. En nuestro país, María Garaña, presidenta de Microsoft España, fue la encargada de dar el pistoletazo de salida cantando las alabanzas del nuevo sistema operativo.
Si hace unos años Garaña aseguraba que una interfaz de gestos era el modo natural de comunicarse con los equipos, ahora la responsable de Microsoft está convencida de que estamos viviendo en el «mundo de los dispositivos», situando al usuario en el centro de la acción. Este comentario parece incidir en la capacidad de Windows 8 de ejecutarse en máquinas muy distintas (tablets, sobremesas, portátiles, Ultrabooks…) ofreciendo al usuario en todos los casos un mismo entorno y una misma experiencia.

Cifras que impactan

Lo cierto es que la firma de Gates ha tardado en reaccionar frente a las sacudidas de Apple y Google en el segmento de movilidad. Pero, al fin ha llegado con un producto que, en principio, causa muy buena impresión. En este sentido, María Garaña desvelaba que en su desarrollo se han cogido las características de Windows 7 que más gustaban y se les ha añadido un contexto social, materializado entre otras cosas en la integración de redes sociales, así como una enorme conectividad.

Con estas premisas, Garaña está convencida del éxito de su nuevo producto, más aún contando con el aval de los más de 600 millones de copias vendidas de Windows 7, el sistema operativo más vendido de la historia, y los 16 millones de descargas de las versiones previas de Windows 8 que se han producido durante estos últimos meses.
Otros números interesantes para discernir el apoyo de la industria a Windows 8 son los más de mil dispositivos gobernados por este sistema que desde ayer, el mismo día de su presentación oficial, están disponibles para su adquisición. Vienen firmados por grandes actores como HP, Samsung, Asus, Dell, Fujitsu, Toshiba, Lenovo…
En todos los casos, han tenido que pasar por un proceso de certificación de Microsoft. Y lo mismo sucede con las aplicaciones diseñadas para este entorno. De forma similar a como actúa Apple, si un desarrollador desea crear un software para el nuevo Windows y colocarlo en la correspondiente tienda (Windows Store), habrá de pasar por el consiguiente proceso de certificación de Microsoft, quien ejerce así un exhaustivo control sobre las aplicaciones.

Una plataforma para ver y crear

Lo que no nos comentaron en la presentación es con cuántas apps de partida sale el entorno. En la Red hay cifras dispares, se habla de 5.000, 8.000… Sea como fuere, la presidenta manifestaba su voluntad de apoyar al desarrollador en el diseño de programas con incentivos económicos. Por lo visto, si se supera un número determinado de descargas de una app, la retribución para el desarrollador es mayor que en otras plataformas.
Al mismo tiempo, Garaña insistía en la doble vertiente de Windows 8, en el que se ha logrado «cruzar consumo y empresa en un mismo producto» gracias a la diversidad de programas entre los que se cuentan Office, CRM, juegos, herramientas de finanzas, de entretenimiento, etc.
Aunque, como decíamos, desde Microsoft no dieran información sobre el volumen, en palabras de su presidenta, «están las aplicaciones que tienen que estar, las que todo el mundo usa». Y añadía, «es el primer sistema operativo (del mundo de los dispositivos y de la movilidad) que sirve para ver cosas y para crear cosas», haciendo hincapié en el lado desktop de la plataforma.

Lo más llamativo

Hay muchas características nuevas en el último sistema operativo de la compañía de Redmond que merecen ser destacadas, empezando por la interfaz Metro. El sistema de teselas que cambian automáticamente en función de la información que reciben («iconos vivos» los llama María Garaña) es conceptualmente nuevo en cuanto que todas ellas están situadas en una única ventana que el usuario recorre con el dedo y cuyos límites no parecen estar definidos más que por él mismo.
En efecto, la interfaz es totalmente personalizable. El usuario puede añadir todas las aplicaciones que desee y organizarlas por temáticas (Personal, Ocio, Finanzas, Productividad, Vida social…) y estás se irán representando en la interfaz como esos iconos vivos que van mostrando, por ejemplo, nuevas entradas en el muro de Facebook o las fotos que componen el álbum.
Igualmente, la capacidad de compartir un mismo dispositivo entre varios usuarios y que cada cual tenga su propia interfaz personalizada, añadido al fuerte control parental implementado es un acierto. De este modo, el adulto puede controlar los sitios de navegación del menor, las aplicaciones que puede o no ejecutar, el tiempo de conexión, etc. Todo ello sin correr riesgo alguno con su propia información.
Otra cuestión interesante de la plataforma es Your Apps, donde el sistema trasciende al hardware. Autenticado con tu cuenta de usuario, estés en el equipo que estés, si acudes a Your Apps, tendrás todas las aplicaciones que te hubieras descargado en cualquier máquina. En la misma línea, por fin, el usuario podrá cambiar el idioma del sistema con independencia de dónde haya comprado el equipo. Este es otro aspecto muy cuidado, va a estar traducido a 37 idiomas diferentes, contemplando las lenguas oficiales de España: castellano, gallego, catalán y euskera.

Al margen de ese «don de la ubicuidad», lo más importante de Windows 8 y sus apps (entre ellas el nuevo Internet Explorer 10) es que se trata de una plataforma pensada verdaderamente para ser manejada con gestos. Se ve en detalles que van desde la posibilidad de generar una contraseña de acceso totalmente gestual hasta una navegación por Internet extraordinariamente intuitiva. Para avanzar de página a página en un site o entre los resultados de una consulta al buscador basta con un simple movimiento del dedo de derecha a izquierda, retrocediendo con el movimiento inverso.
Otra cualidad notable es la multitarea real. Hablamos de la opción de ejecutar varios programas al mismo tiempo con la pantalla dividida en dos e interactuar entre ellos simultáneamente. En la demo que nos hizo ayer el Mago More nos mostró una ventana en la que a la derecha estaba visualizando un canal de RTVE, mientras que a la izquierda escribía su tuits; pero también se puede cortar información de un programa y pegarlo en otro…
Desde luego, la conexión entre aplicaciones es un hecho, como decía Garaña, «se hablan entre ellas». Un ejemplo claro es Contactos, en la que va a estar integrada Skype. Tendremos automáticamente accesibles todos los canales donde se encuentren nuestros contactos, ya sea el e-mail, Facebook, Twitter, etc.

Precio y disponibilidad

Como apuntábamos, los grandes fabricantes del sector van a tener abundancia de productos con Windows 8 para estas navidades, que engrosarán sustancialmente la cifra de los más de 1.000 dispositivos que ya hay disponibles. El que no veremos por el momento en nuestro país es el Surface de Microsoft en ninguna de sus dos ediciones, que sí estará en el Reino Unido, Francia y Alemania desde el primer momento. No obstante, es probable que llegue a España en una segunda fase que la presidenta de la compañía prevé pronto.
Windows 8 se comercializa en dos versiones para consumo (Windows 8 y Windows 8 Pro) y una para empresa (Windows 8 Enterprise). Hasta finales de enero de 2013, los usuarios con Windows XP, Vista o 7 pueden descargarse la versión Pro por un precio aproximado de 29,99 euros, que se reduce a 14,99 euros para los que hayan comprado un PC con Windows 7 entre el 2 de junio de 2012 y el 31 de enero de 2013. La versión en caja de Windows 8 cuesta 59,99 euros.