El correo postal se ha quedado desfasado en comparación el email, que
ya se ha convertido en el medio más común para comunicarse con otra
persona. Sin embargo, el correo electrónico también ha permitido que
personas con malas intenciones traten de beneficiarse a la vez que nos
perjudican, quizá obteniendo datos personales, como podrían ser cuentas
bancarias. Estos son los engaños más comunes.
1.- El phising:
Su nombre fue elegido por la similitud con la palabra inglesa referida a
la tarea de pescar en inglés, fishing. Básicamente, recibimos emails en
los que se nos informa de que les falta algún dato en concreto. Al
acudir a la página que nos indica, nos encontramos con una web que
parece la original, con un campo en el que poner el dato requerido. En
ocasiones es nuestro teléfono o la dirección postal. Pero a veces son el
usuario y contraseña de una cuenta bancaria, o incluso de servicios web
como Amazon u otras tiendas online. Hay que tener mucho cuidado, y
comprobar que el lugar en el que estamos, en realidad, pertenece de
verdad a una compañía de confianza. Por otro lado, una empresa confiable
nunca nos pedirá ese tipo de datos por medio del correo electrónico.
2.- Los archivos adjuntos:
Quizá se trate del engaño que más localizado tenemos. Si hemos recibido
un archivo adjunto que tenemos que descargar, con un cheque por cobrar,
o un aviso de llegada de Correos, podemos borrarlo sin mayores
problemas. En realidad, esos archivos que descargamos suelen ser
ejecutables que instalan virus en el ordenador. Algunos de estos virus
son poco importantes, otros inutilizan prácticamente el ordenador, y los
hay que son capaces de instalarse y captar las contraseñas y datos de
acceso a nuestra cuenta bancaria.
3.- Los links con malware:
Y aunque ya sabemos muy bien que no debemos descargar archivos adjuntos
de un remitente en el que no confiamos, no suele ser tan común el
evitar clickar en los links. En realidad, parecen mucho más inofensivos,
pues aunque clickemos, no hemos instalado nada. Sin embargo, hay muchas
páginas web que contienen malware que se instala en el ordenador con
tan solo acceder a la misma. De hecho, la semana pasada ya hablamos
sobre un problema de seguridad en Internet Explorer que permitía que
cualquier página web se pudiera hacer con el control del ordenador.
4.- Mensajes de cadena:
Es uno de los más clásicos que podemos encontrar, y no solo están
presentes en el correo electrónico, sino también en aplicaciones como
WhatsApp. Todo se basa en enviar los emails a toda nuestra agenda,
hablando de algo que podría ser interesante para la mayoría. Por
ejemplo, nos hemos encontrado con correos electrónicos en los que se
pide ayuda para curar a un niño enfermo. No son pocas las personas que
caen en el engaño y hasta se ponen en contacto para dar dinero o, como
mínimo, lo comparten con toda su agenda de contactos.
5.- Evitar maldiciones:
Otro de los engaños más frecuentes es aquel en el que se nos indica que
debemos compartir el email con otras diez personas si no queremos que
una maldición caiga sobre nosotros. Aunque parece muy obvio que no va a
ser así, todavía se sigue cayendo en este tipo de engaños. En cierto
modo, podemos decir que no son tan peligrosos como otros, pues no
implican tener que pagar, pero no dejan de ser un engaño muy común.
6.- Ofertas de negocio:
En esta época de crisis, la obsesión con encontrar un empleo se ha
convertido ya en algo normal. Y no es raro que aquellas personas que
quieren ganar dinero de manera ilegal se aprovechen de ello. Están
llegando muchísimas ofertas para crear negocios rentables que son
grandes opciones. De hecho, incluso puede llegar a funcionar tal y como
lo leemos. No obstante, el problema no es ese, sino que para dar
comienzo al negocio es necesario una cantidad de dinero, y se nos pide
que la enviemos nosotros, o al menos parte de ella. Ahí está el engaño,
pues no hay nadie tratando de crear un negocio, sino simplemente
esperando que le enviemos el dinero para desaparecer.
7.- Transacciones ilegales:
Y otro de los clásicos, muy relacionado con el anterior, es aquel en el
una persona del extranjero, en ocasiones jeques árabes, o personas
adineradas de países asiáticos, quieren traer dinero a nuestro país.
Para ello, tendríamos que ingresar el dinero en cuentas españolas. Al
final, lo que se nos ofrece es una comisión de miles de euros. Además,
solo se nos pide de inicio algunos datos personales que en principio
podemos dar sin ningún problema. Sin embargo, comenzar a dar datos en
este tipo de engaños siempre es peligroso. Como es lógico, lo ideal es
evitarlos a toda costa.
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