miércoles, 31 de octubre de 2012

¿Por qué tarda en actualizarse nuestro Android?

Ayer junto con sus Nexus 4 y 10, Google nos presentaba la nueva versión de Android. Esta nueva versión es la 4.2, y al igual que la anterior, se denomina Jelly Bean. A pesar de tener unos cambios que podríamos considerar “menores”, ya se empieza a especular sobre cuando se actualizarán los terminales existentes en el mercado. Esta pregunta viene cuando muy pocos son los terminales que se han actualizado a la versión 4.1, algunos esperan aún la versión 4.0 y otros simplemente desesperan. Es por esto, que hoy me gustaría repasar los motivos por el que las actualizaciones se demoran, o simplemente no llegan a nuestros terminales.
Muchos dirán que la culpa es de Google. Personalmente no considero que sea culpa de Google, aunque sí que podría hacer cosas para evitarlo en la mayor medida de lo posible. Leyendo este artículo te darás cuenta de lo que quiero decir. Para eso vamos a ver lo que sería el recorrido de una nueva versión de Android desde antes de ser presentado hasta que finalmente llega a los pocos terminales afortunados, pasando por los distintos obstáculos.

PRESENTACIÓN DE UNA NUEVA VERSIÓN

Antes de la presentación de una nueva versión de Android, Google se facilita a los fabricantes. Así los fabricantes tienen tiempo de irla implementando en los terminales que tienen en desarrollo. Además de esto, también pueden ir preparando las actualizaciones para los terminales que ya tienen en el mercado.
Cada versión de Android debe ser adaptado a las características de cada terminal. El hecho de que haya terminales Android de varios fabricantes, varias gamas, distintos componentes etc… es una de las riquezas de Android. Sin embargo, así cómo hace que Android pueda tener terminales al gusto de cada persona, la amplia variedad de modelos también hace que haya que dedicar tiempo a adaptar cada nueva versión a cada terminal.
Hasta aquí, podríamos considerarlo normal, salvo por la cantidad de terminales distintos  que sacan los fabricantes cuando en muchos casos no tienen mejoras importantes unos respecto a otros. Personalmente considero que los fabricantes deberían reducir su catálogo de terminales. Entre otras soluciones estaría mantener los modelos más avanzados del año anterior, cómo “gama media” del presente año. Así no dejarían por obsoletos algunos terminales, cuando no dejan de ser para nada válidos. A pesar de eso, los obstáculos más importantes e innecesarios no empezarían ahí. Paso a contarlos a continuación.

OBSTÁCULO NÚMERO 1: Personalización del fabricante

En primer lugar nos encontramos con un obstáculo que podríamos considerar innecesario, y que causa un impacto importante en el plazo de actualización de nuestros terminales. Este obstáculo es la capa de personalización de los fabricantes. Esto sería el HTC Sense, el Touchwiz de Samsung, Timescape de Sony etc…
Con cada versión de Android, los fabricantes tienen que adaptar sus capas de personalización a esta. Para eso deben dedicar un tiempo bastante importante para realizar esos cambios sobre la versión original de Android. Teniendo en cuenta que desde la llegada de Matias Duarte a Android, su interfaz nativa ha llegado a ganar premios de diseño y se entiende que no serían necesarias estas mejoras por parte de los fabricantes.
La solución sería que las personalizaciones fueran cómo un launcher independiente y el usuario fuera quién decidiera si lo instala. Así los usuarios podrían tener las actualizaciones independientemente de si el fabricante ha adaptado su personalización o no. Además, mientras tanto podríamos estar disfrutando de Android con una experiencia pura Google, cómo sucede con los Nexus.
Una vez el fabricante decide que tu terminal puede ser actualizado y adapta su personalización, la nueva versión de Android sería liberada. Eso sí, la recibirías directamente del fabricante si tu terminal es libre. Es por esto que pasamos a ver el obstáculo número dos.

OBSTÁCULO NÚMERO 2: Personalización del operador

Cuando adquirimos un terminal subvencionado con una operadora de telefonía no nos sale gratis. Es cierto que a priori el terminal es más barato, pero nos vemos obligados a gastar cierto dinero en la factura al mes, y nos quedamos atados a una permanencia con la compañía.
Además de los factores negativos que acabo de comentar, nos encontramos con la personalización propia del operador. Estos ponen algunos cambios estéticos en la interfaz, además de demos y aplicaciones de servicios que
seguramente probablemente nunca usemos. Esto hará que de manera innecesaria tengamos que esperar para que el operador de turno se decida a realizar esos cambios y liberar la actualización.

SOLUCIONES QUE PODRÍA TOMAR GOOGLE

Es cierto que Google no es del todo culpable, aunque podría hacer cosas para remediar en todo o en parte esto. Hace poco veíamos rumores sobre grandes cambios en el panorama Nexus. Estos cambios harían que cualquier fabricante podría sacar un Nexus con unas especificaciones predefinidas por Google. Así todos esos Nexus podrían llevar soporte por parte de Google. Cómo contra, tendríamos muchos terminales prácticamente idénticos, aunque de distintos fabricantes y actualizaciones en un breve plazo de tiempo aseguradas. Al final esto no ha sucedido todavía, y sólo eran rumores. A pesar de eso, “cuando el río suena agua lleva”, y sería posible que en breve lo viésemos funcionando.
Por otro lado, Google debería ponerse serio y obligar a los fabricantes a cumplir ciertas reglas para obtener su certificación. Reglas cómo dar plazos de actualización para que todos los terminales con un mínimo de características se actualizasen. Obtener la certificación de Google es lo que permite a los terminales ejecutar las aplicaciones de Google, entre la que está el acceso a la Play Store y Google Maps. No estaríamos hablando de poco. Además, con la fama que ha conseguido Android, Google se podría permitir ser un poco más exigente.
¿Crees que Google debería tomar parte para que los fabricantes agilizasen las actualizaciones? Déjanos tu opinión.

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